by grupo767 trucos infalibles para conseguir el bizcocho perfecto
¿Ya tienes el arte hacer bizcochos controlado para que siempre te salgan esponjosos y jugosos? Aquí te damos algunos consejos para que consigas hornear el bizcocho perfecto. ¡Te lo contamos!
Sé fiel a la receta
A todos nos gusta improvisar en la cocina, pero la repostería es una ciencia bastante exacta, por lo que si quieres conseguir un bizcocho perfecto lo mejor es ser lo más fiel posible a la receta: pon las cantidades que dice, los mismos ingredientes y respetar los tiempos. Y si cambias algo, ten en cuenta las proporciones, si añades algún ingrediente líquido reduce esa cantidad en otro de los ingredientes líquidos, y lo mismo con los secos.
Prepara los ingredientes con antelación
Para ponerse manos a la obra es bueno tener todos los ingredientes preparados y a temperatura ambiente. Te recomendamos que los que estén en la nevera (como los huevos o la mantequilla) los saques con unos 30 minutos de antelación, para que se atemperen. El contraste de temperaturas puede hacer que se corte la masa o que no consigas la textura adecuada.
Airear los huevos
Los huevos son uno de los ingredientes clave en la preparación de un bizcocho perfecto. Además de sacarlos con antelación de la nevera, tienes que batirlos de la manera correcta. Para que el bizcocho quede esponjoso es importante airearlos bien, es decir, batirlos hasta que obtengas una mousse blanquecina, esponjosa. Si los bates a mano, mejor con una varilla, y si es con batidora (también con varilla) o robot de cocina, te recomendamos batir unos 5 minutos a velocidad media.
Y si tienes que separar claras y yemas, ten en cuenta estos consejos y recuerda que, salvo que la receta diga lo contrario, las claras a punto de nieve se incorporan al final a la masa y se mezclan de abajo hacia arriba, con movimientos envolventes.
Tamizar la harina
Pasar nuestra harina por un tamiz antes de comenzar es una recomendación básica a la hora de preparar nuestro bizcocho, ya que así conseguimos separarla adecuadamente de restos o impurezas. Con ello evitaremos grumos y obtendremos una textura mucho más fina, suave y homogénea. Este método es recomendable tanto con la harina como con la levadura en polvo, el bicarbonato…
No batir demasiado la masa
A veces nuestra tendencia es pensar que ‘cuanto más batimos, mejor’, pero no es exactamente así. Es importante unificar bien los ingredientes de la masa para obtener un resultado homogéneo, pero tampoco hay que batir en exceso, ya que esto provoca que la masa sea mucho más líquida y tenga menos fuerza. En el caso de que no te haya quedado el resultado que esperabas, puedes añadir un poco más de harina para espesar la mezcla.
Enharina el molde
Preparar el molde en el que vas a hornear el bizcocho es otro paso importante, para evitar que se pegue y se rompa al desmoldar. Puedes untar el molde con mantequilla o aceite, asegurándote de que cubres bien toda la superficie. Y cuando lo tengas bien engrasado, agrega harina. Cubre también toda la superficie del molde, para que se vaya pegando a la grasa, y luego retira el sobrante.
No desmoldes inmediatamente
Sabemos que huele súuper bien y estás deseando sacar tu bizcocho del molde para probarlo, pero esto podría hacer que el resultado final no sea el que más esperas.Te recomendamos esperar unos 15 minutos a que se enfríe. Así será más sencillo retirar el molde y evitar que el bizcocho se rompa.
¿Todo apuntado? Pues ahora toca ponerlo en práctica con alguna de nuestras recetas de bizcocho, como este de maíz, limón y orujo.
