by grupo76Cómo hacer un huevo escalfado perfecto
Comer un huevo poché es una de las experiencias gastronómicas más apetitosas… pero cocinarlo es otro cantar. Hacer un huevo escalfado perfecto es una prueba de nota en la cocina. Y las técnicas para lograrlo, de lo más variado.
Es una de las maneras más saludables de cocinar el huevo y la guinda perfecta para darle un toque gourmet a un plato; pero preparar un huevo escalfado perfecto es una prueba solo para los más osados. ¿Y cómo hacerlo? Lo primero es tener un huevo de calidad y lo más fresco posible. Y ya con eso, aquí van algunos trucos y técnicas.
La técnica del remolino
La técnica más clásica y la recomendada por los más curtidos en la cocina es la que nosotros llamamos “el remolino”. Para hacerla tenemos que poner agua a hervir en un cazo no demasiado grande y con un poco de vinagre (que ayudará a que la clara se coagule mejor y no se desparrame). Mientras el agua empieza a hervir, cascamos el huevo, lo ponemos en un cuenco pequeño y reservamos.
Cuando el agua empiece a hervir, la retiramos del fuego (o lo apagamos) y con una cuchara revolvemos el agua para que se forme un pequeño remolino. Vertemos el huevo en el centro del remolino y dejamos cocer en el agua tres minutos. ¡Retiramos, salpimentamos y listo!
La técnica de la taza dentro del agua
Otra de las opciones más populares para hacer un huevo escalfado es la de utilizar un cuenco o taza para introducir el huevo en el agua. Es la que recomiendan en la web Directo al paladar.
En este caso, nuevamente, ponemos el agua a hervir con vinagre y cascamos el huevo en un cuenco pequeño o una taza. Cuando el agua alcance el punto de ebullición, la retiramos del fuego y introducimos el recipiente con el huevo poco a poco, para que se vaya llenando con el agua. En este punto, vertemos el huevo y retiramos el cuenco. Dejamos que se haga durante 3 minutos y retiramos con una espumadera.
La técnica de Arguiñano para lograr un huevo flor
El cocinero Karlos Arguiñano propone una técnica con un resultado muy estético, en forma de flor. En este caso, necesitamos un cuenco que forramos en su interior con film transparente. Vertemos un poco de aceite sobre el fondo y cascamos el huevo encima. Tras esto, cerramos el huevo con el film, haciendo un pequeño saco que ataremos con una cuerda. Ponemos el agua a hervir y cuando llegue al punto de ebullición, la apartamos del fuego y ponemos las bolsitas con los huevos unos 3 o 4 minutos en el agua.
Retiramos del agua, le quitamos el film transparente y ¡listo para coronar alguna maravillosa receta!