Roscón de Reyes casero

Mezclamos la leche tibia con la levadura fresca desmenuzada y 4 o 5 cucharadas de harina. Tapamos con un paño y se dejamos fermentar unos 20 minutos en un lugar cálido y seco.

En un bol, añadimos el resto de la harina, el azúcar, la ralladura de naranja, sal, leche, los huevos y la masa que hemos dejado fermentar (una vez hayan pasado esos 20 minutos). Por último incorporamos el agua de azahar y la mantequilla o margarina derretida. Removemos todo hasta que quede una masa homogénea.  

Enharinamos una superficie lisa, y amasamos durante unos minutos, añadiendo más harina si es necesario. Hacemos una bola y dejamos reposar la masa 2 horas tapada con un paño y en un lugar cálido y seco. 

Transcurridas las dos horas, en las que la masa habrá doblado su tamaño, volvemos a amasar con las manos y hacemos la forma de la rosca. Es importante dejar un agujero bastante grande porque al hornear se hará más pequeño.  Dejamos reposar nuevamente otra hora, con el roscón cubierto y en un lugar cálido. 

Mientras reposa el roscón, vamos batiendo 2 yemas de huevo, preparando las frutas confitadas y mezclando azúcar con agua de azahar para la decoración.

Pasada la hora, ya podemos decorar el roscón. Primero, con la ayuda de un pincel, lo pintamos con los huevos batido, luego colocamos la fruta confitada y la mezcla de azúcar y agua. También es el momento de esconder el haba y la figurita dentro de la masa. 

Horneamos unos 25 minutos a 180 grados. ¡Y ya tenemos Roscón de Reyes!