Aunque sus orígenes son americanos, los cupcakes se han extendido a lo largo de todo el mundo y se han adaptado a todas las formas y culturas. La decoración es una de las más combinables y, sobretodo, divertidas para cualquier época o fiesta del año. Prueba a hacerlas con los peques de la casa, porque seguro que se lo pasarán en grande.
Precalentamos el horno a 180ºC
En un bol, mezclamos con las varillas el huevo, el aceite y el azúcar hasta obtener una mezcla homogénea y blanquecina
Añadimos la leche y la esencia de vainilla sin dejar de mezclar
Con un colador, tamizamos la harina junto con el gasificante, el jengibre, la canela y el clavo
Poner en una bandeja los moldes del cupcake, y rellenarlos con la mezcla hasta un poquito más de la mitad
Horneamos durante 15 minutos y, una vez fuera, dejamos enfriar
En un bol, añadimos el azúcar glas y la mantequilla en pomada
Batimos despacio para que el azúcar se mezcle bien con varillas o batidora
Añadimos el queso crema a la mezcla y batimos a mayor velocidad hasta que quede una masa suave y sin grumos
Pasamos el frosting a una manga pastelera con una cuchara (antes podemos añadir el colorante en gel por si no queremos dejarlo blanco)
Decoramos el frosting con los motivos que más nos gusten..¡y listo para comer nuestros cupcakes navideños!