O Apalpador y otras tradiciones de Año nuevo en Galicia
Ni Papá Noel ni Reyes Magos, en Galicia tenemos nuestro propio personaje para traer regalos a los niños en Navidad. Es el Apalpador, una de las tradiciones con las que los gallegos recibimos el año nuevo… pero no la única. Te contamos nuestras tradiciones de año nuevo, también en la mesa.
O Apalpador
También conocido como “Pandigueiro”, este viejo carbonero de barba y pelo rojo, boina y ropa con remiendos, baja de las montañas las noches del 24 o el 31 de diciembre para entrar a escondidas en las habitaciones de los más pequeños, mientras estos duermen, para palparles las barrigas y saber si han comido lo suficiente durante el año. Les deja un puñado de castañas, y si además han sido buenos les deja algún otro regal y les desea un año lleno de felicidad “fartura” (abundante comida)
Esta figura legendaria es típica sobre todo en las zonas de montaña, como O Caurel, O Cebreiro y Os Ancares, pero poco a poco se ha ido recuperando y extendiendo por otras zonas de Galicia. Ahora es protagonista de libros, obras de teatro, discos y también está vinculado a otras de las tradiciones de año nuevo: cantar “panxoliñas”: “ve entonces mi niñito, vete ahora a la camita, que va a venir el Apalpador a palparte la barriguita”.
O Lume Novo
Si durante la Noche Buena se quema “o tizón de Nadal” que ha inspirado los tradicionales troncos de navidad que se toman de postre, en Nochevieja se enciende el Lume Novo. Según la tradición, este fuego se enciende para iluminar el camino a las almas de los muertos y las brasas se mantienen encendidas toda la noche para poder cocinar con ellas el día de Año Nuevo.
La comida
No hay fiesta en Galicia que no se celebre en la mesa, por eso otra de las tradiciones de año nuevo en Galicia es despedir el año que se va y dar la bienvenida al que viene rodeados de buena comida. Por supuesto, el marisco tiene un lugar especial en las cenas de Fin de Año, pero hay otros platos tradicionales en estos días, como el bacalao con coliflor, o el capón de Villalba. Y en Año Nuevo, un cocido gallego para entrar con energía.
Y por supuesto, no pueden faltar los postres. Además de los postres navideños, en las mesas gallegas siempre hay sitio para los dulces más tradicionales de la tierra, como las filloas de leche (rellenas o sin rellenar), la bica o la tarta de Santiago.
¡Feliz Año Nuevo lleno de tradiciones!